La gastronomía madrileña continúa manteniendo las tradiciones culinarias que datan de la época de Felipe II.
Si hablamos de comida típica, pensamos en el cocido, los churros, la tortilla de patatas, los bocadillos de calamares, las patatas bravas, entre otras. Pero sin duda alguna, por lo que más se caracteriza ésta ciudad es por saber adaptarse a los platos del resto de España, debido en gran medida a la emigración que ha sufrido desde hace algo más de un siglo.